Los nuevos diseños de casas minimalistas
Tras décadas siendo uno de los estilos decorativos más populares, el minimalismo se renueva con un aspecto más cálido y relajado. En este artículo te traemos las claves de cómo incorporar el nuevo minimalismo en tus interiores.
Este artículo ha sido actualizado el 8 de noviembre de 2024.
Está claro que el estilo minimalista es enormemente popular, ya sea en arquitectura o diseño de interiores. Los muebles sencillos y geométricos, los grandes ventanales o los colores neutros, son todo un clásico a la hora de decorar un hogar. Pero, a lo largo de los últimos años, este estilo se ha ido renovando para cobrar una nueva vida.
En este artículo descubrimos las claves del nuevo minimalismo (más cálido y acogedor). Así que, si quieres saber cómo implementar este nuevo minimalismo en tu hogar, sigue leyendo.
Los puntos clave de este artículo son:
- Evolución del minimalismo. El estilo minimalista ha cambiado desde los años noventa, pasando de un enfoque frío y rígido a una versión más cálida y acogedora. Hoy en día, materiales naturales como la madera y otras texturas orgánicas sustituyen al acero y vidrio, creando interiores más cómodos y personales.
- Protagonismo de los materiales. En el minimalismo contemporáneo, los materiales se convierten en decoración en sí mismos. En lugar de ocultar el hormigón o la madera, estos se dejan a la vista y se convierten en el foco visual de los espacios, promoviendo un diseño auténtico y sin adornos innecesarios.
- Espacios abiertos e interconectados. La arquitectura minimalista se caracteriza por sus espacios amplios y diáfanos, que suelen extenderse visualmente hacia el exterior mediante grandes ventanales. Esto permite que los interiores se abran al entorno natural y que la luz fluya libremente por el espacio.
- Importancia de la luz natural. La luz natural es esencial en los diseños minimalistas, en los que hoy se busca crear un efecto cálido al tamizar la luz con textiles suaves. Grandes ventanales y galerías de cristal conectan los interiores con el exterior, creando una atmósfera natural y agradable.
- Simplicidad y funcionalidad. Los muebles minimalistas son funcionales, con líneas simples y libres de decoraciones. Es importante elegir cada pieza cuidadosamente, priorizando la calidad, la funcionalidad y las soluciones de almacenamiento oculto, lo que permite crear ambientes ordenados y comfortables.
Las características del diseño minimalista
De líneas simples, puristas y enfoque funcional, el minimalismo es una tendencia de diseño caracterizada por la apuesta por formas sencillas y la renuncia a todo aquello que no es estrictamente necesario.
Pero, aunque estas premisas sean las principales características del estilo minimalista, existen una variedad de matices que definen a este estilo tan particular. Matices que analizaremos a continuación.
Viejo y nuevo minimalismo
Aunque anterior, el minimalismo es un estilo que ganó gran popularidad allá por los años noventa del siglo pasado, cuando un gusto por las líneas más puras y calculadas nos brindó interiores fríos e impersonales.
Hoy, sin embargo, la tendencia está en auge con una perspectiva —aunque todavía fiel al espíritu ‘minimal’— mucho más cálida y amable, acorde a las últimas tendencias en decoración. Frente al acero y el cristal del viejo minimalismo, ahora destacan materias como la madera y las texturas naturales, que dan a los interiores un efecto mucho más acogedor.
El minimalismo más actual viene de la mano de arquitecturas e interiores despejados, sin excesivas decoraciones, pero suaves en sus formas y materiales. Los muebles y adornos son cuidadosamente seleccionados, sin pasar por alto materiales, colores, siluetas… Al fin y al cabo, una de las principales características de lo minimalista es la atención al detalle.
La importancia de los materiales
En arquitectura, el minimalismo surge a mediados del siglo pasado, de la mano de arquitectos como Mies van Der Rohe. En origen, esta corriente se basó en crear edificaciones y espacios cuya única decoración estaba en los materiales: la textura pulida y brillante de mármoles, acero o vidrio.
En la actualidad, este respeto por la belleza de los materiales se continúa. Pero, en lugar de grandes paredes de mármol, los puntos de atención son un cálido parqué, unas vigas de madera o una pared de hormigón.
Está claro que aunque existen otras características comunes entre este nuevo minimalismo y el tradicional, una de las más esenciales es ese protagonismo de los materiales: si la estructura se realiza en hormigón, este se deja a la vista. Los materiales no se recubren sino que se resaltan, y se convierten en elemento central de la arquitectura y los interiores.
Los espacios abiertos
Otro de los elementos más característicos de las arquitecturas minimalistas es la apertura de sus espacios. Y es que los planos minimalistas suelen ser diáfanos, sin apenas barreras.
Esto es acentuado por otros elementos propios de esta arquitectura como los amplios ventanales, los colores claros o la simplicidad de los interiorismos. Además, techos altos y muebles bajos, o paredes sin apenas decoración, resaltan todavía más esa diafanidad tan intencionada.
Pero esta apertura no se queda en el interior, y las casas más minimalistas se abren a sus jardines con amplios ventanales, creando a menudo un espacio que fluye hacia la naturaleza exterior.
La importancia de la luz natural
Tradicionalmente el minimalismo ha estado ligado a materiales de acabados pulidos y brillantes, como metales cromados, mármoles o cristal. Estos materiales reflejaban la luz que entraba por amplias cristaleras, consiguiendo un efecto muy propio de esta tendencia de diseño. Los resultados podían ser espectaculares, pero también muy fríos (especialmente al emplearse colores como el blanco o el gris exclusivamente).
Hoy los diseños minimalistas siguen dando una gran importancia a la luz natural, pero con una nueva perspectiva. A menudo, cortinas o textiles orgánicos tamizan la luz que entra por las ventanas, con un efecto mucho más cálido.
Por otro lado —y como ya decíamos— es común el tratar de borrar las separaciones entre interiores y exteriores, con amplias galerías de cristal, que se abren a jardines o espacios naturales, introduciendo la naturaleza (y toda su luz) dentro del hogar.
Los colores para diseños de casas minimalistas
Con respecto al color, en la estética minimalista se ha tendido siempre hacia los tonos más neutros, desde el blanco y el gris de una tendencia más fría, a los tonos beige y crudos de esta nueva corriente minimalista. Pero aún así, existen muy buenas formas de introducir color en los interiores más ‘minimal’.
Habitualmente, ciertos muebles pequeños pueden servir para romper con la monocromía de las arquitecturas e interiores minimalistas. Una mesa auxiliar de color rojo, por ejemplo, puede ser el elemento perfecto para dar vida a un interior enteramente blanco. Y, en una alternativa más cálida, los tonos oscuros de la madera pueden ser el complemento perfecto para textiles o pinturas de tonalidades más claras.
De todos modos, opciones más arriesgadas como pintar los muebles de una cocina o toda una pared, pueden también ser una manera perfecta de llevar un acento de color a los interiores más sencillos y, con ello, dar dinamismo a los diseños de casas pequeñas minimalistas.
Muebles simples y funcionales
Como ya hemos explicado, en los interiores de casas minimalistas se suele reducir la decoración al mínimo. Y eso incluye también los muebles, que son siempre sencillos en formas pero muy funcionales.
Los interiores minimalistas son espacios muy cuidados, con pocos muebles pero muy bien seleccionados. Destacan, sobre todo, muebles utilitarios pero de líneas simples (y decorativas). Es por ello que las piezas elegidas deben ser de calidad y, habitualmente, se recomienda una apuesta por productos de artesanía o de diseño. Además, es importante elegir piezas que incluyan soluciones de almacenaje eficientes, permitiendo ocultar el desorden.
Una de las piezas de tendencia en los interiores de casas minimalistas —y un magnífico ejemplo de todo esto— son los sofás de formas curvas. Por sus siluetas, este mueble se convierte en una pieza verdaderamente decorativa para cualquier espacio, a la vez que sirve la función de un sofá tradicional.
Las distribuciones interiores
Como decíamos, una de las principales características de la arquitectura minimalista es la apuesta por espacios amplios y diáfanos, sin apenas divisiones. Es por ello que, a la hora de distribuir los espacios de una residencia, existen una serie de apuestas seguras.
Espacios multifunción
Una de las estrategias más habituales y prácticas a la hora de generar el plano de una vivienda, es la apertura de todos los espacios comunes —sala de estar, comedor y cocina— en una única estancia de grandes dimensiones.
A diferencia de una distribución tradicional, en que los distintos espacios quedan separados, ahora se consigue un espacio fluido y diáfano, en que toda la vida social del hogar se realiza en una estancia única (y funcional).
Asimismo, de tener un jardín, este amplio espacio podrá abrirse al exterior por medio de amplias cristaleras corredizas. De esta manera —cuando el clima lo permita—, los espacios interiores pueden expandirse y fusionarse con el exterior. Una mesa de jardín o unas tumbonas, pueden ser el añadido perfecto para continuar estas estancias interiores en la naturaleza.
Exteriores y fachadas minimalistas
Líneas y ángulos rectos, grandes ventanales e incluso cubiertas planas (en lugar de las tradicionales techumbres a una, dos o cuatro aguas), son los elementos más habituales en los exteriores de una vivienda minimalista. Pero existen otras características de interés que merece la pena mencionar.
Amplias cornisas
En muchas ocasiones, nos encontraremos con que las fachadas con ventanales amplios se van a ver especialmente afectadas por las inclemencias del tiempo. Es por ello que en muchas ocasiones nos encontramos con amplias cornisas que, a la manera de pórticos, protegen las fachadas.
Estos aleros evitan que un exceso de luz solar pueda dañar los muebles o suelos de las viviendas durante el verano, a la vez que cubren entradas y ventanales frente a la lluvia o nieve durante el invierno. Asimismo, son una dramática apuesta estilística, vinculada a las propuestas más modernas.
Inspiración oriental
En los últimos años, en paralelo al desarrollo de esta nueva corriente de minimalismo más cálida y acogedora, se ha ido materializando una tendencia de inspiración oriental (especialmente en estilos como el Japandi).
Elementos como listones o paneles de madera en las fachadas, o la introducción de patios interiores, a los que la vivienda se abre ganando luz e introduciendo un tono natural, se vuelven cada vez más populares. Estos elementos se han convertido en una magnífica forma de dotar de personalidad a la sencilla arquitectura minimalista.
Materiales industriales
Acero, hormigón y cemento son algunos de los materiales más utilizados en cualquier tipo de construcción. Sin embargo, habitualmente se tapan con pintura o paneles de pladur.
Pero la elección de estos materiales tradicionalmente vinculados a lo industrial puede ser una de las propuestas estilísticas más contemporáneas a la hora de proponer una fachada minimalista. Así, en lugar de cubrirse, la textura del hormigón o el brillo del acero, se convierten en el principal elemento decorativo de toda una fachada.
Y, todas estas opciones de diseño y estética minimalista, podrás explorarlas con Planner 5D, un software de diseño de interiores y arquitectura que permite crear y visualizar todo tipo de espacios en 2D y 3D.
Preguntas frecuentes
¿Qué es una casa de estilo minimalista?
Las casas de estilo minimalista son aquellas viviendas que siguen las premisas estilísticas del minimalismo, como la apuesta por muebles funcionales sin excesos decorativos o la apuesta por colores neutros.
¿Cómo es una fachada minimalista?
En diseño de casas minimalistas, existen muchas maneras de plantear una fachada, sin embargo, las principales líneas comunes son la utilización de colores neutros como el blanco, líneas rectas y abundante vidrio.
¿Cómo decorar tu casa minimalista?
A la hora de decorar una vivienda en estilo minimalista, es recomendable apostar por colores neutros y luminosos como el blanco. Sin embargo, puedes insuflar calidez a un interior por medio de detalles en materiales naturales como la madera, el lino o la cerámica. Puedes explorar todas las opciones con el software de diseño de Planner 5D.
¿Cómo pintar paredes minimalistas?
En diseño de casas minimalistas, la recomendación más habitual es elegir colores neutros (como el blanco o el gris) y evitar técnicas que puedan dotar de textura a las superficies.