Decoración con tonos neutros, o cómo combinar marrones, blancos y beiges
Los tonos neutros, como el blanco o el marrón, son una de las tendencias de decoración más atemporales. Así es como implementarlos en tus interiores de forma personal
Este artículo ha sido actualizado el 12 de julio de 2024.
Aunque quizás sea la peor pesadilla de maximalistas y amantes del color, la decoración monocromática en tonos neutros se ha convertido en una de las tendencias dominantes en diseño de interiores durante los últimos años. Pero en realidad, combinados con maderas, abundantes textiles y texturas orgánicas, los tonos neutros pueden crear habitaciones llenas de vida.
Descubre en estas líneas cómo tu hogar con una estética elegante y sofisticada utilizando tonos neutros.
¿Cuáles son los tonos neutros?
En diseño de interiores, denominamos como tonos neutros a aquellas tonalidades poco saturadas o (casi) faltas de color. Así —en su más pura esencia— el blanco, los distintos grises y el negro, son lo que caracterizaríamos como tonos neutros. Pero otros colores como el beige, o distintas tonalidades de marrón, son una alternativa más cálida dentro también de la categoría de los tonos neutros. Y tanto es así que, las combinaciones de blancos, beiges y marrones, son hoy el epítome del diseño en tonos neutros.
Decoración con tonos neutros. Imágenes de Denys Striyeshyn y Jean-Philippe Delberghe en Unsplash
Lejos de ser aburridos (contrario a lo que pueda parecer) estos tonos neutros son una manera magnífica de dotar a un interior de sofisticación, luminosidad y calidez. Y, a la hora de decorar una habitación en tonos neutros, existen muchas formas diferentes de hacerlo.
Lienzo en blanco
Una de las opciones de diseño más sencillas a la hora de crear un interior de tonos neutros, reside en llevar el color blanco a las principales superficies, convirtiendo cualquier estancia en una suerte de ‘lienzo en blanco’ en la que muebles, textiles u ornamentos, se convierten en los verdaderos protagonistas. De esta manera, un sillón de tonos grises o marrones (por ejemplo), se torna en la pieza principal de una estancia en la que paredes, techos y la mayoría del mobiliario son blancos.
Decoración con tonos neutros. Imágenes de Jakob Owens y Jorge de Jorge en Unsplash
Sin embargo, a la hora de diseñar este tipo interiores (en que el color blanco toma un papel predominante), es esencial evitar que las estancias resulten vacías o, incluso, frías. Apostar por detalles en tonos cálidos, jugar con las texturas o introducir piezas de arte en las paredes, son algunas de las mejores soluciones a la hora de dar vida y calidez a estas habitaciones de tonos neutros. Y, como aspecto positivo, las estancias de color blanco, pueden ganar una gran amplitud.
Madera y tonos neutros
En cualquier habitación de tonos neutros, los materiales toman un papel muy importante. Materias naturales como la piedra caliza o el mármol dominan las cocinas más elegantes, y textiles orgánicos como el lino o la lana se posicionan como complemento perfecto a las tonalidades más discretas, ya sea en forma de tapicerías, cortinas o mantas. Sin embargo, la verdadera protagonista de muchos de estos interiores será la madera.
Con sus colores naturalmente amarronados y texturas veteadas, la madera es el contrapunto perfecto para cualquier tonalidad, especialmente blancos, beiges, grises o negros, a los que dota de calidez y un cierto tono orgánico. Es por ello que los añadidos en madera pueden conferir un aspecto hogareño a interiores enteramente blancos (o sin duda, a las habitaciones de tonos neutros).
Estampados
Cuando los colores vivos no son una opción, una muy buena forma de dotar de interés a un interior es a través de los estampados. Ya sea en textiles (como alfombras, mantas o cojines) o bien en azulejos o decoraciones, los distintos patrones insuflan personalidad a cualquier interior, a la vez que generan contrastes entre los distintos elementos decorativos (todo, por supuesto, en tonos neutros).
Por otro lado, las piezas estampadas permiten combinar dos o más tonalidades presentes por sí solas en una estancia. Así —como vemos en esta imagen— una alfombra estampada en tonos negros y crudos, dota de cohesión a todo el interior, en que se incluyen elementos oscuros dentro de un interior de color blanco.
Texturas y materiales
Aparte de estampados, materiales y juegos con distintos tonos neutros, una de las formas de brindar interés a los interiores de tonos neutros es superponer distintas texturas. El bouclé, el ratán trenzado o las paredes de estuco o piedra brindan un sentir táctil y un especial interés a cualquier interior, sin importar las formas y colores de muebles y paredes.
Decoración en colores oscuros
A menudo puede parecer que —en el mundo de los tonos neutros— los colores claros lo son todo. Sin embargo, tonalidades oscuras de grises, marrones y negro, o incluso ciertas tonalidades de colores como el verde (piensa en los tonos oliva), presentan ese mismo efecto atemporal, elegante y sofisticado que caracteriza a todos los tonos neutros. Pero, frente a las tonalidades más claras, estos colores oscuros pueden llegar a ser mucho más funcionales.
A diferencia de un sofá o unas paredes de color blanco (por ejemplo) –que suelen ser delicados y susceptibles a mancharse o dañarse– los colores oscuros como gris y marrón son perfectos para casas con niños o, sencillamente, espacios que vayan a recibir mucho uso. Es por ello que, más allá de lo estético, los colores oscuros pueden ganar en funcionalidad frente a sus contrapartes más luminosos.
Decoración con tonos neutros. Imágenes de Jean-Philippe Delberghe y Angela Bailey en Unsplash
Pero, por otro lado, apostar por decorar con colores oscuros, puede incorporar un tono dramático, lujoso e incluso sensual a un interior. Por ejemplo, apostar por paredes oscuras en un cuarto de aseo, puede ser la manera de brindar un halo de suntuosidad y misterio a una vivienda.
Con un acento de color
Uno de los aspectos positivos de jugar con tonos neutros en un interior, es la facilidad de introducir acentos de color. Blancos, grises y beiges combinan con todo, así que ¿por qué no introducir un sillón, una manta decorativa o unos cojines de color verde, naranja o azul? Puedes jugar con algunos de los colores del momento, como el melocotón (color Pantone del año 2024) o el amarillo mantequilla.
Decoración con tonos neutros y acentos de color. Imágenes de Kam Idris y Toa Heftiba en Unsplash
Un elemento destacable
No es casualidad que, en muchos de sus proyectos, los diseñadores más renombrados recurran a estos sofisticados tonos neutros. Y es que, a menudo, este tipo de colores permiten destacar ciertos elementos de diseño verdaderamente especiales. Ya sean detalles arquitectónicos con carácter, obras de arte, muebles de autor, o piezas históricas únicas o de anticuario, existen ciertos elementos merecedores del protagonismo de una estancia. Algo que, sin duda, puede conseguirse suavizando la paleta de colores en el resto de una estancia.
Conclusión
En general, los tonos neutros son una apuesta irreprochable a la hora de crear una vivienda sofisticada y atemporal. Juega con blancos, beiges y grises claros en todo tipo de interiores -de salas de estar a dormitorios-, utilizando distintas texturas, materiales y estampados para crear espacios relajados y llenos de personalidad.
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