Una casa moderna en el lago. Te encantará

Puede parecer obvio, pero... si vas a decorar una casa con vistas, dar protagonismo a las ventanas es la clave del éxito. En esta moderna casa de dos pisos en el Lago Iseo, los cálidos interiores acentúan a la perfección las vistas más espectaculares. 

Inspírate con todos los detalles de esta casa moderna —pero llena de personalidad— a orillas de uno de los grandes lagos italianos. 

El proyecto

Confort y modernidad son los ejes clave de esta acogedora vivienda a orillas del Lago Iseo, en el norte de Italia. Decorados por Alessandro Consoli (AC Design) los espacios de esta pequeña villa aprovechan al máximo unas espectaculares vistas panorámicas del lago, para ofrecer un relajado respiro de la vida urbana. En sus dos pisos, la casa dispone de tres dormitorios, con dos baños, un aseo de cortesía, y una amplia zona de día; todo acabado según los más altos estándares.  

El Lago Iseo

A medio camino entre Milán y Verona, el Lago d’Iseo es un popular retiro entre los habitantes más urbanitas del norte italiano. Similar a los cercanos Lago di Garda y Lago di Como, este lago está rodeado de hermosas villas y antiguos pueblitos, e incluso cuenta con un castillo en una pequeña isla. Así, se ha convertido en un especial escenario para nuevos complejos residenciales, que ofrecen un estilo de vida relajado fuera de las grandes ciudades de la zona. Sin duda, el destino perfecto para una casita de vacaciones o segunda residencia. 

Los interiores

En los interiores del salón, destacan los grandes ventanales, que se abren a una larga terraza con vistas al lago. Y, por supuesto, la decoración explota al máximo esas hermosas vistas. Los sofás de perfiles bajos, o la lámpara de varillas que cuelga sobre la mesa de comedor, dejan unas vistas ininterrumpidas desde toda la planta baja. Sentados en la barra de desayuno en la cocina, o bajando por las escaleras, se puede disfrutar de la apacible postal del Lago Iseo enmarcado por las enormes ventanas. 

En una búsqueda de modernidad, se apuesta por siluetas curvas y relajadas —en contraste a la geométrica arquitectura contemporánea—, que se combinan con piezas tradicionales y motivos orgánicos. Las plantas, las delicadas cortinas, la alfombra tejida o los detalles vintage, aportan suavidad y personalidad al interior. Además, no faltan los detalles divertidos: la lámpara de Seletti en forma de mono en uno de los baños, el cuadro a todo color en el comedor, o el antiguo caballito de madera bajo las escaleras, brindan un tono desenfadado al interior.

Por otro lado, la iluminación se trabaja con especial mimo. Las luces led ocultas en techos y paredes, bajo los muebles de la cocina o la barandilla de las escaleras, resaltan los detalles de la arquitectura, además de proporcionar una luz práctica y ambiental. Todo se integra a la perfección, hablando de un trabajo con las máximas calidades.  

Colores y acabados

En el proyecto se ha elegido una paleta neutra de grises, blancos y negros. Sin embargo, los interiores resultan sorprendentemente cálidos y evocadores. El éxito reside en introducir detalles de madera, y acentos anaranjados y ocres en los distintos ambientes. Las vetas orgánicas de la madera se llevan desde el suelo, a los cubículos e isla de la cocina, los dormitorios, o una de las paredes del salón. Y, en los cuartos de baño, se replica esa textura natural con azulejos efecto madera. 

Y, en cuanto a la grifería y perfilería metálica, se apuesta por un juego de acero cromado, blanco y negro mate. Los grifos plateados de baños (de la firma italiana Zazzeri) y cocina, brindan un contraste limpio y fresco a los ventanales blancos y otros detalles en metal negro. 

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